La sequía y la escasez de agua son uno de los problemas ambientales más acuciantes de España en la actualidad.
Por ello, los sistemas que aprovechan el agua de la lluvia comienzan a ser vistos con buenos ojos. Por ejemplo, en Galicia, la Consejería de Vivienda de la Xunta ha puesto en vigor una norma que obliga a los constructores a edificar las nuevas viviendas con unos sistemas que aprovechan el agua de lluvia. Por su parte, algunas zonas de Levante y de las islas Baleares llevan desde hace tiempo instalando este tipo de equipos.
Los embalses no son los únicos que pueden beneficiarse del agua caída del cielo. Por unos 2.000 euros de media por vivienda, los consumidores pueden instalar este tipo de tecnología beneficiándose sus usuarios de hasta un 50% de consumo de agua de la red de suministro, lo que redunda en un beneficio tanto ecológico como económico.
[ad#ad-1]Los defensores de estos sistemas subrayan que el agua de lluvia, aunque no es potable, es idónea para su aprovechamiento doméstico. El consumo de agua en una vivienda supone una media de 150 litros diarios por persona, si bien la mitad se destina al inodoro, la lavadora, la limpieza general o el riego, actividades para las que no se necesita agua destinada al consumo humano. No obstante, si el usuario lo requiere, estos sistemas también pueden incorporar depuradoras de agua que permitan beberla.
Por otra parte, recuerdan que la cantidad de agua gratuita que se puede lograr es también importante. Por ejemplo, con un chubasco de 30 litros/m2 y una superficie de recogida de 150 m2, se puede obtener una reserva de 4.500 litros de agua. Además, al no contener cal, evita problemas en las tuberías o la lavadora, y supone un agua de riego más natural.
En cualquier caso, el aprovechamiento de las aguas pluviales no es algo nuevo. Hasta la generalización del suministro canalizado, a principios del siglo XX, se trataba de una práctica habitual, especialmente en las zonas rurales. En la actualidad, los países del norte de Europa, como Alemania o Suiza, se encuentran entre los más convencidos de estos sistemas. Por ejemplo, el país germano los subvenciona desde que se produjera su reunificación, por lo que ya hay varios miles de viviendas que utilizan alguno de estos equipos.
Por su parte, el aprovechamiento del agua pluvial puede ser vital para países en vías de desarrollo. En este sentido, algunos científicos y expertos de ONG han probado con éxito equipos económicos adaptados a las características de estos lugares. Por ejemplo, expertos de la Universidad canadiense de Ottawa demostraron que en Gaza, con sólo 400 milímetros de lluvia por año, estos sistemas podrían satisfacer las necesidades de agua de sus habitantes.
1 comentario
es muy injenioso y ademas nos ayuda y ayuda a el medio anbiente