Los ‘qanats’ existen desde hace miles de años en Oriente Medio y en zonas áridas de todo el mundo, incluso se han hallado restos de qanats en España y América Latina, concretamente en México, Perú y Chile. Los ‘kanats’ o ‘qanats’ son túneles subterráneos que simplemente por la fuerza de la gravedad recogen agua potable y de irrigación y la llevan a la superficie. Sin embargo, están en peligro de extinción como consecuencia de la agricultura a gran escala y la falta de mantenimiento.
Joshka Wessels es antropóloga y geógrafa social. Para su tesis de postgrado investigó el funcionamiento de los ‘qanats’ y sobre todo la manera de mantenerlos en las mejores condiciones posibles. Pero, antes de entrar en materia nos explica cómo funcionan:
«Lo que los antiguos persas desarrollaron hace unos tres mil años fue la excavación de un pozo principal en un valle de una zona montañosa hasta alcanzar las aguas subterráneas. A partir de ahí construyeron un túnel horizontal con una ligera pendiente que permitía el drenaje desde el pie de la montaña hasta la fuente de agua. En algunos casos, además del pozo madre, se cavaban pozos secundarios que unían el túnel horizontal con la superficie.»
El qanat es una ‘fuente’ construida por el hombre que suministra agua potable sin consumo innecesario de energía ni contaminación y sin agotar las reservas naturales de agua.
[ad#ad-1] Grande
Los ‘kanats’ pueden tener una longitud de 20 kilómetros y unos cien metros de profundidad. Excavar un tramo, de un metro a metro y medio, es ya un megaproyecto y más aún cuando los ‘qanats’, en su mayoría, fueron horadados a mano.
Para construir un qanat primero se cavaba horizontalmente un pozo madre hasta donde se encontraba el nivel de las aguas subterráneas. A continuación los constructores calculaban a qué distancia de profundidad del pie de montaña querían hacer brotar el agua y comenzaban a excavar con utensilios manuales. A unos diez o quince metros se cavaba un pozo secundario para suministrar ventilación y garantizar que los trabajadores no murieran por asfixia.
Inagotable
La construcción de un qanat requería una enorme inversión de tiempo y mano de obra de la aldea o grupo que lo empleaba. Ahora bien, una vez que ha sido excavado en la roca, el qanat es una construcción que permanece para siempre y en principio puede proveer agua indefinidamente.
No obstante, los qanats corren peligro de caer en desuso. Joshka Wessels expone los motivos:
«En los tiempos actuales, con la agricultura a gran escala se necesita más agua. Irán es un buen ejemplo de lo que está sucediendo: la gente empieza a perforar pozos para extraer agua con bombas de diesel. La consecuencia es que baja el agua subterránea y los qanats tradicionales son los grandes perjudicados.»
Así es que cómo se están secando los qanats tradicionales en Irán, Afganistán, Irak, Siria y otros lugares. Además los antiguos túneles pierden su capacidad de funcionamiento debido a que lentamente se van azolvando con arena, arcilla o cal. El resultado es el mismo: la población deja de lado los canales de irrigación y opta por los modernos pozos a bombeo.
Cooperación
Es una verdadera lástima, admite Joshka Wessels. Por ese motivo decidió realizar su investigación centrando el interés en la restauración de los canales de irrigación de dos comunidades del desierto, donde todavía están en uso los qanats; la atención fue fijada en la gran limpieza que se tiene que efectuar cada diez o quince años. Wessels descubrió sobre todo el ingrediente social que aporta un qanat. El éxito o fracaso de una renovación de esas características está determinado por el nivel de cooperación que existe entre los habitantes de un pueblo o grupo; porque teniendo en cuenta el enorme tamaño de un qanat, es imposible para una sola persona mantener todo el sistema de conductos, ahí radica la importancia de la ayuda recíproca.
Por ello, el libro Wessel finaliza con dos recomendaciones para conservar los kanats con vistas al futuro. Antes que nada se debe controlar y administrar el agua subterránea, es decir no se deben cavar pozos con bomba a motor en las proximidades de los kanats. Pero, sobre todo:
«Una condición sine qua non es que exista una buen relación entre las personas de manera tal que si se renueva, el qanat sea utilizado realmente. Es posible traer gente de afuera para su reparación pero, sin la cooperación de los habitantes entre sí todo el proyecto quedará pronto en la nada cuando los trabajadores contratados se hayan retirado.»
2 comentarios
Cuando dices que en la construcción del kanat lo primero que se hace es una perforación horizontal hasta llegar al nivel de las aguas subterráneas… me parece debes decir: perforación vertical
ESTA EN LO CIERTO, LA PERFORACIÓN ES HORIZONTAL PARA,LOS KANATS,HASTA LLEGAR AL ACUÍFERO PRINCIPAL POR ESO LA IMPORTANCIA DE SACAR EL AGUA HA LA SUPERFICIE POR GRAVEDAD, Y ASÍ DISTRIBUIRLA, QUE DESPERDICIO, TAN BUEN SISTEMA.