Los próximos días 20 y 21 de octubre, se celebrará en Barcelona la 7ª Conferencia Internacional de Pedro A. Prieto. Él es miembro de Científicos por el Medio Ambiente y vicepresidente de la Asociación para el Estudio de los Recursos Energéticos (AEREN) y miembro del Panel Internacional de ASPO (The Association for the Study of Peak Oil and Gas). Dicha conferencia, que recibe el nombre de: «LOS HUEVOS DE ORO (NEGRO) Y LA GALLINA (DESPLUMADA) DE LAS CRISIS ECONÓMICAS» tratará de lo siguiente:
Los seres humanos viven en la biosfera y gracias a ella. Pero en la primera década del siglo XXI el 86% de la energía primaria que consumimos proviene de la litosfera. Un 40% de esta energía es petróleo. Otro 40% es gas natural y carbón. Y un 6% más proviene del uranio. Esto supone que cada año se extraen cerca de 10.000 millones de toneladas de petróleo equivalente del interior de la tierra.
La tecnosfera, ese reciente artificio humano, transforma a su vez la biosfera a la conveniencia del hombre y eso incluye la extracción, transformación y el transporte de materiales útiles de la corteza terrestre, a un ritmo de unos 33.000 millones de toneladas anuales, a los que hay que sumar 36.000 millones de toneladas de gangas y unos 30.000 millones de toneladas de recubrimientos y estériles. Los 11.000 millones de toneladas de petróleo equivalente de energía primaria se utilizan, pues, para extraer, transformar y transportar unos 100.000 millones de toneladas de materiales, incluyendo esa misma energía primaria. Sin esta energía, esto sería imposible en esos niveles. Y con un aporte energético decreciente, esta gigantesca actividad decrecería proporcionalmente.
Esta situación es inédita en la historia de la Humanidad y es evidentemente insostenible para la capacidad de la biosfera, sin el aporte energético de la litosfera, alimentar este nivel de consumo de todo tipo de bienes y disfrutar de todo tipo de servicios de forma permanente y mucho menos para asegurar el crecimiento incesante del consumo. Los 6.700 millones que somos, consumimos hoy unas 15 veces más por persona que lo que el metabolismo humano necesita para que el mono desnudo pueda vivir. Consumimos entre 5 y 7 veces más energía y recursos por persona que en una sociedad preindustrial, siendo muchísimos más habitantes que en la era agrícola. Y las sociedades opulentas consumen entre 60 y 120 veces más por persona que lo que demandan sus estrictas necesidades metabólicas; tal es el caso de Europa o Norteamérica, respectivamente.
Y además, se ha dado todo este crecimiento enorme del consumo energético y consiguiente apropiación de recursos de forma muy desigual, siguiendo el principio de Pareto, donde un 80% de la sociedad mundial consume apenas el 20% de los recursos energéticos y de todo tipo y el 20% restante se apodera del 80% de los recursos planetarios. A este tipo de desigualdad cuantitativa, y también cualitativa, en la apropiación de los recursos se la denomina también “la regla del notario” (J.M. Naredo y A. Valero)
Los geólogos han observado que la extracción de recursos de la litosfera está sujeta a ciertos patrones que limitan y dan forma a las tasas de extracción de los mismos. Los geólogos de ASPO han señalado que esos patrones siguen la muy conocida curva en forma de campana, con un aumento inicial de los ritmos de extracción, seguido de un cenit o dos, o a veces una meseta más o menos turbulenta y finalmente un declive irreversible, hasta que la tasa de extracción del recurso ya no resulta útil a la sociedad y el resto que queda en la litosfera se abandona. Es la curva de Hubbert.
El cenit o pico, o los picos, o mesetas, se suelen dar cuando se ha extraído aproximadamente la mitad de la cantidad conocida en esa parte de la litosfera. Situación en la que nos encontramos en la Humanidad por primera vez, con apenas veinte años de diferencia o discrepancias entre los cálculos más optimistas y los más pesimistas.
Sin embargo, muchos economistas de la tierra plana y los nuevos financieros “garimpeiros”, todavía trabajan, piensan y se comportan como si la Tierra fuese un lugar sin límites, una especie de Tierra plana, en la que los recursos y sus tasas y flujos de extracción jamás pudiesen disminuir. Y tratan a la energía de que disponemos como un bien de consumo más, aunque no sea cierto. La energía es el requisito previo, la conditio sine qua non para que se den todos los demás bienes y servicios. Si los pilares energéticos fósiles comienzan a debilitarse, el edificio entero de la soberbia sociedad industrial y tecnológica se desploma. Existen claras evidencias de que el crecimiento económico y el consumo de energía van parejos y están muy directamente relacionados, aunque se puedan dar mejoras locales o nacionales del PIB por unidad de energía (más bienes o servicios con menos energía) que, sin embargo, no se ven confirmadas a nivel mundial, a medida que la calidad de los recursos extraídos se deteriora.
Por ello, esta vez sí, creemos que viene el lobo. Esta vez no se trata de coyunturas temporales, sino de aspectos muy estructurales, de modos de vida caducos y agotados. Agárrense que vienen curvas.
Está interesante conferencia tendrá lugar en Barcelona en el World Trade Center los días 20 y 21 de octubre de 2008 y en ella se tratarán estos importantes asuntos con científicos, académicos políticos y ciudadanos independientes de todo el mundo.
Para más información sobre el asunto: http://www.aspo-spain.org/aspo7 .
Enlaces de interés:
Mas información sobre el significado del cenit del petróleo y sus
consecuencias y sobre temas tratados y participantes en anteriores ediciones
de ASPO lo pueden encontrar en
http://www.aspo-spain.org/aspo7/files/Dossier_ASPO_VII_es.pdf
Datos sobre el programa los pueden encontrar en
http://www.crisisenergetica.org/ficheros/ASPO7-Programa-Oficial.pdf
El perfil de los ponentes se puede encontrar en
http://www.aspo-spain.org/aspo7/files/ASPO7-perfiles-ponentes.pdf
Y la forma de inscribirse o registrarse para asistir a la Conferencia, se
puede hacer en
http://www.aspo-spain.org/aspo7/registro_es.html