La industria, las grandes urbes y en general la actividad humana han generado cambios radicales en los ecosistemas, tales como: la perdida de la cubierta vegetal que ocasiona erosión, producción de gases contaminantes y residuos sólidos, entre muchos otros.
Parte de esas afectaciones tienen relación con la crisis del agua. Para un manejo más eficiente del recurso hídrico es necesario desarrollar una cultura social que comprenda el problema. Estudiar desde temprana edad el agua, favorece la creación de segmentos sociales comprometidos con el uso de un recurso difícil de distribuir a toda la población.
El agua tiene un ciclo natural que ha sido desequilibrado por la actividad del hombre. Para contrarrestar este impacto, es necesario estudiarlo y aplicar métodos con el objetivo de recuperar el equilibrio.
Muchos núcleos urbanos han sufrido y sufrirán las inundaciones por lluvias. El agua no halla su cauce natural, pero tampoco puede pasar al subsuelo para rellenar los acuíferos, de forma que no sólo causa fuertes inundaciones, sino que además fluye de forma muy rápida. Pero cuando el agua se mantiene en el cauce natural del río o en los humedales, circula con más lentitud, rellena los acuíferos y aporta beneficios para toda la biodiversidad del entorno. En los lugares en los que esta última opción ya no es posible se necesita poner en marcha otras alternativas. Una forma de aprovechar ese exceso de agua repentino son los depósitos de aguas pluviales.
[ad#ad-1]En los domicilios particulares también se puede aprovechar la lluvia si se dispone de espacio para instalar un equipo mínimo. Por ejemplo, se puede instalar un bidón en el jardín y colocar un canalón de forma que se recoja el agua del tejado y ésta se destine al riego. Incluso esa misma agua se puede destinar al consumo propio si se instala un equipo que trata el agua combinando la ósmosis y los rayos ultravioleta. Un equipo con capacidad para unos 100 litros al día cuesta unos 1.200 euros, sin contar el depósito.
Si no se toman acciones, según datos de diferentes organizaciones internacionales, en las próximas décadas el problema será irremediable. Con respecto a los problemas del agua la ONU, a través del Programa Mundial de Evaluación de Recursos Hídricos, menciona:
En los tres años transcurridos desde el lanzamiento del primer Informe sobre el Desarrollo de los Recursos Hídricos en el Mundo en 2003, el mundo ha sido testigo de considerables cambios. Se han observado numerosos e importantes desastres relacionados con el agua:
- el tsunami en el océano Índico, en 2004;
- los huracanes en el Caribe, el Pacífico Oeste y Estados Unidos, en 2004 y 2005;
- las inundaciones en Europa Central, en Europa del Este y en otras muchas regiones, en 2005;
- y grandes sequías en Niger, Mali, España y Portugal.
Todos ellos son un recordatorio constante del poder destructivo del agua y de la miseria que supone su carencia en tantas regiones del mundo. (UNESCO, 2005, p. 1).