Desde hace muchos años el movimiento ecologista lleva anunciando que el Cambio climático es un grave problema para el futuro de los habitantes del planeta, de hecho el reto más importante. El camino hasta ahora ha estado repleto de obstáculos y trampas, pero ya se pueden empezar a ver algunos resultados en el muy complejo proceso de lucha contra este fenómeno. El Protocolo de Kioto se puede considerar uno de los frutos de este trabajo. Sin embargo, este acuerdo, ya fue calificado en su momento como un primer paso, insuficiente, de la lucha internacional contra el Cambio climático. Tanto el objetivo global de reducción de emisiones como los diferentes atajos de los mecanismos del Protocolo, se han mostrado claramente insuficientes para conducir el Cambio climático dentro de unos parámetros admisibles.
[ad#ad-1]En los próximos meses se decidirá el siguiente acuerdo internacional, que abarcará desde 2012 hasta 2020. En este periodo deberán establecerse las bases de un nuevo sistema de relación de los seres humanos con los recursos y sumideros del planeta, y de éstos entre sí, fundamentado en la sostenibilidad real y en la justicia social global. Las imprescindibles reducciones drásticas de gases de efecto invernadero y la redistribución equitativa de los recursos serán dos importantes pasos de la senda hacia un mundo necesariamente diferente, y mejor. Una de las primeras paradas de este proceso nos llevará a Poznan (Polonia) estos días, donde se configurarán los últimos detalles antes del definitivo texto que se rubricará el año que viene en Copenhage.
Nos ha llegado la hora de la verdad.
El Cambio climático es el síntoma más claro de que el modelo socioeconómico basado en el crecimiento continuo, dentro de un planeta con unos límites finitos evidentes, es incompatible y absurdo. Para nosotros y nosotras, que entendemos el ecologismo de una manera integral, el Cambio climático, más que otra cosa, es un reto social. El reto social, por ejemplo, de alertar de que la actual crisis económica, más que una competencia de recursos con las políticas de lucha contra el cambio climático, debe significar una oportunidad para reflexionar y modificar las estructuras que nos han conducido al colapso socioambiental que ejemplifica este fenómeno. Únicamente la transformación del escenario económico y social hacia la sostenibilidad nos ofrece la posibilidad de conseguir un futuro más seguro, justo y limpio para todos los habitantes del planeta. En este caso lo urgente y lo importante coinciden: detener el Cambio climático.