Con la acción han denunciado las implicaciones sociales y ambientales de la financiarización de la economía. Además proponen una serie de medidas para terminar con la economía especulativa.
[ad#ad-1]La economía financiera está demostrando su inestabilidad estructural. Sin embargo, a juicio de Ecologistas en Acción, éste no es su principal problema.
La economía financiera pone en primer plano la obtención de beneficios inmediatos sin considerar sus impactos ambientales ni sociales. Así hemos visto como la subida de los precios de las materias primas en la bolsa empuja a su sobreexplotación y lleva a la miseria a millones de personas. Otro ejemplo es que la enorme capitalización que han conseguido las transnacionales en bolsa les han permito comprar infinidad de pequeñas empresas locales, suponiendo una pérdida de soberanía para los países más empobrecidos.
Por otro lado los países empobrecidos, en búsqueda de divisas por la devaluación de sus monedas en los mercados especulativos, exprimen al máximo sus recursos naturales y rebajan las legislaciones laborales. Además, el capital financiero es el que permite que un pequeño porcentaje de la población mantenga unas altísimas e insostenibles cotas de consumo que incrementan las desigualdades en el planeta.
El estallido de la burbuja financiera tiene mucho que ver con los límites del planeta en el que vivimos y no sólo con las famosas «hipotecas basura». Por ejemplo, para explicar la quiebra del casino mundial también hay que considerar el alza del precio del petróleo anterior a la caída de las bolsas. Alza que ha sido motivada, en parte, por su creciente escasez.
Ecologistas en Acción considera que las políticas de lucha contra la crisis financiera de Estados Unidos, la Unión Europea y nuestro Estado se están basando en facilitar liquidez al mercado especulativo, transfiriendo los riesgos y las pérdidas a los Estados. Este tipo de políticas, no sólo ponen las bases de una nueva burbuja especulativa, sino que amenazan a los Estados con una posible quiebra. Además, las políticas que están discutiendo para aumentar la transparencia son insuficientes. De este modo dejan pasar la oportunidad de un cambio hacia un sistema económico basado en la equidad, la solidaridad y la sostenibilidad.
Para la organización ecologista, seguir apostando por una economía de casino significa continuar con la suicida carrera hacia el precipicio de intentar crecer indefinidamente en un planeta limitado.
Ecologistas en Acción propone un paquete de medidas que persigue evitar la generación de una nueva burbuja especulativa:
- Anclar las monedas a valores físicos poniendo límites a su creación. Se podrían anclar al tamaño de la población o a una cesta de productos básicos.
- Implantar un sistema de cambios fijos para las divisas.
- Limitar drásticamente el movimiento internacional de capital. Una primera política sería el establecimiento de la Tasa Tobin.
- Fuerte regulación y transparencia de los mercados, con la apertura de sus libros al público, junto con la eliminación de los paraísosfiscales y centros.
- Prohibir que los bancos presten dinero por encima de los depósitos que tienen, eliminando además mecanismos como la titularización de deuda.
- Control público y democrático de la banca para forzarla a actuar con criterios de equidad, solidaridad y sostenibilidad. En este sentido el Banco Central Europeo debería estar sujeto al control político.
Ecologistas en Acción aclara que las medidas que presenta en este comunicado sólo servirían para reducir la posibilidad de otra burbuja especulativa que termine generando una nueva crisis. Sin embargo, estas medidas no permitirán avanzar hacia un mundo realmente sostenible, solidario y justo, ya que esto es incompatible con el sistema actual, que requiere el crecimiento ilimitado y la creación de desigualdades para su subsistencia. La organización considera que estas medidas pueden abrir puertas para los cambios reales que necesitamos, para vivir mejor y en equidad con menos.