Ecologistas en Acción saluda la acción de Greenpeace en contra de la central nuclear de Garoña (Burgos) e insiste en pedir el cierre de esta central por las malas condiciones de seguridad en que se encuentra.
La acción de Greenpeace bloqueando la puerta de acceso a la central nuclear de Garoña (Burgos) se suma a una larga campaña ambientalista para pedir el cierre de esta central. Esta campaña que incluye actos informativos y movilizaciones, está consiguiendo mentalizar a los ciudadanos y las autoridades para que exijan al Ministerio de Industria el cierre de esta peligrosa central que es Garoña. Ecologistas en Acción aplaude y apoya la acción de Greenpeace.
El principal problema de Garoña es la corrosión de varios elementos vitales del circuito primario y de la vasija del reactor, como el barrilete y las penetraciones para introducir las barras de control.
[ad#ad-1]Las inversiones previstas por los responsables de la central de ninguna manera pueden solucionar este problema, pues esto implicaría la construcción de un primario nuevo, es decir, de una central nueva. El dar luz verde a estas inversiones significaría aceptar el chantaje de la industria nuclear y dar luz verde a un derroche de dinero, puesto que la central puede sufrir algún percance en el futuro.
El único motivo para mantener abierta Garoña, la central más antigua y pequeña del parque nuclear español, es económico. Dado que está ya amortizada y se ha beneficiado de las subvenciones que durante estas décadas han sido otorgadas a la energía nuclear, la central produce una electricidad muy barata que es pagada por los consumidores al triple de su precio. Pero Garoña es perfectamente prescindible, porque sólo supone el 0,6 % de la potencia instalada y su cierre no costaría ni un céntimo a los ciudadanos.
Ecologistas en Acción pide una vez más que se proceda al cierre de Garoña y no se renueve su permiso de explotación.