Octubre de 2010, 8:45 de la mañana y no estamos en el contaminado Madrid, estamos en el paraíso.
Mi familia y yo hemos viajado hasta el Bosque de Muniellos, para poder ver la declarada «Reserva de la Biosfera». Allí, todo es distinto, los hombres viven en casitas perdidas en un monte con un poco de ganado. Es casi imposible poder imaginar el duro invierno en esas casas. La experiencia, íncreible, aunque no es la primera vez que visitamos Asturias. El único ruido que te puedes encontrar allí, es el de una cascada, un pájaro, o una piedra caer.
Vivir en la Capital te hace darte cuenta de lo poco que cuidamos la naturaleza y, en general, el medio ambiente.
Hoy, Junio de 2011, me despierto y bajo a la calle con mi perro a pasear. Los pájaros no se oyen, y segun voy andando por el parque me encuentro cristales, botellas, papeles… Gente que aun teniendo el contenedor amarillo a dos pasos no piensa en reciclar, las cajas de carton de los comercios, a la basura, «no cogen en el contenedor», dicen. En fin, el mundo no está preparado para esto, y ya está dándonos señales de que algo estamos haciendo mal. Me encantaria poder vivir en una casita de las que nos encontramos en las cercanias del bosque de Muniellos, donde se respira aire puro, todo es verde, y verdaderamente eso es estar entre la naturaleza.
AUTOR: Sara Rioja
1 comentario
Me encantó el texto! Y el paisaje también, muy tranquilo!