Huye de los abrillantadores de muebles comerciales, que tienden a estar hechos de destilados inflamables de petróleo (relacionados con los cánceres de garganta y piel) y de un producto tóxico como el nitrobenceno. Prueba productos naturales con base de cera de abeja o de aceite de oliva. Incluso te puedes hacer tu propio abrillantador con tres partes de aceite de oliva y una de aceite.
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