Para que no se acerque ningún bichito picador a nuestras mascotas, dos veces por semana, sin que se note, pon un diente de ajo machacado o cortado muy fino en su comida. De ese modo su sangre no atraerá a los parásitos, y te ahorrarás tener que usar los típicos polvos, collares y sprays antipulgas, que contienen organofosfatos y pesticidas tóxicos relacionados con problemas de salud en los animales, los hombres y el medio ambiente. Refuerza esta línea defensiva (y contrarresta el posible olor a ajo) poniendo romero y lavanda en la cama de los animales o aplicándoles aceite de neem o de cítricos en el pelaje.
