«La desaparición de la anchoa en el Cantábrico está asociada al cambio climático. Una prueba es que esta especie ya se está reproduciendo en el Báltico, algo que no había pasado nunca», afirmó ayer Ricardo Anadón, profesor de Ecología de la Universidad de Oviedo, durante una conferencia que ofreció en el segundo curso organizado por la Fundación Asturiana de Estudios Hispánicos en La Granda. Anadón confirmó que el cambio climático existe. Prueba de ello -dijo- es el crecimiento del nivel del mar Cantábrico en unos seis milímetros anuales. «Si bien el crecimiento del mar depende de las proyecciones climáticas, se augura un aumento mínimo de cuarenta centímetros y un máximo de un metro cuarenta. Esto es una subida extraordinariamente alta», añadió.
A su modo de ver, el cambio climático deriva del incremento de la población humana y del incremento también del uso de la energía.
[ad#ad-1] «Dentro de treinta años no podemos decir qué va a ocurrir porque depende de la evolución de emisiones. Lo que está claro es que Asturias no llegará a ser como Mallorca porque los árboles tienen una vida muy larga y mitigarán las alteraciones climáticas pero sí lo notaremos en cambios en especies, en la agricultura…», explicó el ecólogo de la Universidad de Oviedo. Añadió: «En los últimos años hemos cambiado el uso de la tierra, hemos destruido la cubierta de la vegetación y hemos cambiado los sistemas de producción agrícola, lo que ha supuesto un tercio de las emisiones que hemos realizado».
Anadón incidió además en que el Principado produce más energía de la que consume. «Aún así esta región no es la más contaminada», concluyó.