La Fundación IPADE estrena “Tukki, la huella ambiental”, un documental que muestra cómo la desertificación, la sobrepesca, la deforestación o el cambio climático obligan a miles de senegaleses a emigrar desde el sur del país a la capital, Dakar
Actualmente hay 25 millones de desplazados por causas ambientales y se estima que el 10% de los movimientos de población está motivado por factores ambientales
El cambio climático, la deforestación, la desertificación o el agotamiento de los recursos están provocando continuos desplazamientos de población, sobre todo en el continente africano, hacia los núcleos urbanos de sus países de origen. Un goteo de población difícilmente cuantificable, aunque según las estimaciones de Naciones Unidas el número de desplazados ambientales podría llegar a los 50 millones en 2010 y hasta el 60% de los movimientos migratorios podría tener su origen en cuestiones ambientales.
[ad#ad-1]El continente africano será uno de los más castigados por este fenómeno migratorio. El Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA) señala que, sólo en África, podría haber 50 millones de ‘desplazados ambientales’ en 2060, y los pronósticos del catedrático Norman Myers de la Universidad de Oxford apuntan a que en el 2050 habrá 200 millones de migrantes ambientales.
Actualmente, hay ya 25 millones de desplazados por causas ambientales y se estima que el 10% de los movimientos de población estaría motivado por factores ambientales (informe “Cambio Ambiental y Escenarios de Migración Forzada” presentado en la última Cumbre de Naciones Unidas de Cambio Climático).
Detrás de las cifras, hay muchas historias personales que quedan reflejadas en el documental “Tukki, la huella ambiental”: de agricultores que llevan cinco años sufriendo la sequía en todo el sur de Senegal, de la falta de semillas de calidad, de la salinización de los ríos, o de pescadores afectados por el agotamiento de los caladeros en Ziguinchor (costa suroeste de Senegal).
En la provincia de Kolda, situada al sur y la más pobre de Senegal, la directora del Colegio Sarédianfo, Dienava Tall, habla del drama de la emigración en esta zona y de la necesidad de actuar para frenar este fenómeno: “Si no detenemos las migraciones, en Senegal sólo quedarán los viejos. Aunque los jóvenes que se van envíen mucho dinero, el dinero no servirá de nada”.
Mamadou, alcalde de Karcia (provincia de Kolda), también comenta: “Ha habido un cambio en el clima. Cuando yo era niño, llovía mucho. Ahora he notado que el río, que es nuestra fuente de vida, está más salado y hay más sequía.”
Las migraciones por razones ambientales se convertirán en uno de los principales problemas políticos de este siglo XXI: un fenómeno complejo con respuestas políticas que actualmente tienden a centrarse más en el impacto de las catástrofes naturales repentinas que en las consecuencias a largo plazo de la degradación ambiental.
2 comentarios
uuuuuuuuy que es lo que sufren estas personas?
sera que la felicidad solo se hizo para la gente con buenos recursos economicos?
o sera que nosotros fuimos los del erro!!!!!
sera que estamos pecando??????????
xfavor miren est