El otro leí en un artículo una frase de un médico nutricionista que me encantó, y decías así: «La salud empieza en la cama, pasa por la cocina y termina en la farmacia».
Lo que significa que podemos evitar muchas enfermedades si dormimos bien y comemos bien.
La vida moderna, junto con sus ventajas, también nos ha traído un estilo de vida estresante, contaminación, comidas manipuladas y aditivos alimentarios. Todo ello puede conducir a enfermedades cardiovasculares, colesterol alto, diabetes, infecciones o cáncer. Los fármacos sintéticos para tratarlas también conllevan efectos adversos. Sin embargo, la naturaleza sigue regalándonos alimentos y remedios que nos ayudan a cuidar la salud. Existen cientos de sabrosos «súper alimentos» que contienen nutrientes, antioxidantes y otros elementos que puedan defendernos de las infecciones, suprimir las células cancerosas, regular los niveles de glucosa sanguínea, fortalecer los huesos o ayudarnos a perder peso mientras disfrutamos comiendo.
Os dejamos 5 alimentos muy saludables (especialmente si son ecológicos) que su ingesta nos ayudarán a estar más sanos:
1. Arándanos
El jugo del arándano negro o azul puede prevenir infecciones de vejiga mediante el mismo mecanismo del arándano rojo: evita que la E. coli se pegue a las paredes de la vejiga. Esta acción antibacterial también previene y acelera el alivio de la diarrea.
Los nativos americanos creían que los arándanos eran mágicos. Los usaban para teñir ropa y también valoraban sus propiedades dietéticas y medicinales. Los potentes antioxidantes de esta baya nos protegen de arriba a abajo. Las altas concentraciones de antocianinas que generan el color azul también pueden proteger la vista y luchar contra los radicales libres que causan el cáncer. Además su ácido elágico parece inhibir el crecimiento tumoral.
Los arándanos pueden incluso reducir la grasa del vientre. Los efectos son mejores cuando se consumen dentro de una dieta baja en grasa, pero un estudio de la Universidad de Michigan prueba que también son beneficiosos en las dietas altas en grasa. La razón está en que los arándanos intervienen en el sistema de almacenamiento y quema de la grasa, además de mejorar el uso que el organismo hace de la glucosa.
2. La miel
Pinturas rupestres en España que se remontan al año 7.000 antes de Cristo muestran a gente recolectando miel de las colmenas. Templos, tumbas y sarcófagos de faraones egipcios y reyes incorporan representaciones de abejas y miel. Virgilio y Plinio la ensalzaron e Hipócrates la prescribió. Los ejércitos invasores romanos llevaban con ellos colmenas para utilizarlas en la alimentación, la medicina y ganar energía. Mientras, los británicos de la antigüedad atribuían fortaleza a la hidromiel, una bebida de miel fermentada.
[ad#ad-1]A diferencia del azúcar, la miel es un edulcorante rico en nutrientes, proporciona numerosos minerales y vitaminas C, D, E y del complejo B. Es un concentrado de carbohidratos que eleva la energía tan necesaria para el deporte. Paradójicamente, la miel también es beneficiosa para promover el sueño. Alivia los dolores de garganta y calma la tos nocturna.
Los estudios han mostrado que la miel baja los triglicéridos en sangre. También inhibe el crecimiento tumoral y del cáncer en ratones. La miel inhibe las células que causan el cáncer de vejiga y protege contra la colitis. Tiene propiedades antisépticas que la convierten en buen tratamiento tópico para infecciones, llagas y quemaduras.
Para las alergias al polen, la miel local es un remedio más agradable y rentable que las inyecciones. La miel recolectada en un radio de 32 kilómetros de la vivienda del alérgico puede inmunizar contra el polen de las inmediaciones. La doctora Leila Denmark, que se graduó en la Escuela de Medicina de Georgia en 1928 y ejerció la medicina hasta que se retiró a la edad de 103 años, recomendaba añadir una cucharadita (2,1 gramos) de miel de la zona a la dieta diaria para curar las alergias al polen. Los niños hasta el año de edad no deben consumir miel porque puede provocar reacciones adversas.
3. Alubias
Las alubias son bajas en grasas y tienen alto contenido en fibra, son ricas en proteínas y están libres de colesterol. Como la miel, la amplia variedad de alubias secas, incluidos los garbanzos, reduce los triglicéridos, la grasa en la sangre que pueden causar ataques al corazón. También rebaja los niveles sanguíneos del denominado colesterol malo (LDL) y eleva los niveles de colesterol bueno (HDL). Su alto contenido en carbohidratos y fibra ayuda a regular el azúcar en sangre y a mantener la diabetes bajo control. Las judías también pueden ayudar a prevenir el cáncer de colon, gracias en gran medida a la fibra.
Según Carper, la dosis diaria recomendada es de 50 a 75 gramos de alubias. Esta cantidad se ha demostrado que:
- Reduce los triglicéridos un 17 por ciento
- Baja el colesterol en un promedio del 10 por ciento
- Neutraliza el ácido del estómago
- Protege contra el cáncer de mama
- Reduce los niveles de glucosa en plasma y la insulina en personas con diabetes tipo 2
- Fortalece los huesos
Además, de acuerdo con La Puma, las personas que comen alubias con regularidad tienden a pesar menos (3,2 kilogramos) que las personas que rara vez las consumen.
Para evitar gases, se recomienda remojar las alubias durante la noche anterior a cocinarlas.
4. Brócoli
El brécol crudo es un aliado contra multitud de enfermedades. Está lleno de fuertes antioxidantes que combaten el cáncer de pulmón, colon, próstata, gástrico y de mama. El compuesto Indol-3-carbinol que contiene el brócoli, puede:
- Detener la multiplicación de las células cancerígenas en mama y próstata
- Inhibir la reproducción del virus del herpes
- Ralentizar el crecimiento de células cancerígenas en la tiroides y el bocio
- Frenar a la bacteria H. pylori, relacionada con las úlceras de estómago y del estómago, según estudios de Fahey, Zhang y Talalay
El brócoli contiene numerosos minerales y vitaminas que combaten la enfermedad, incluyendo el cromo, un elemento importante en la regulación del azúcar en la sangre y la insulina. Sus altos niveles de ácido beta-caroteno y ácido fólico ayudan a prevenir las cataratas. El ácido fólico detiene el virus que causa el cáncer cervical. El brócoli es una buena fuente de calcio, un agente que reduce la presión sanguínea y es necesario para la fortaleza de los huesos.
Este alimento también puede hacernos más inteligentes. Proporciona hierro, esencial para un funcionamiento saludable del cerebro. Contiene boro, un oligoelemento que aumenta la actividad de las ondas cerebrales y agiliza las respuestas físicas. Además, el beta-caroteno del brócoli mejora la capacidad para pensar.
5. Cebollas
Dulces, picantes y olorosas, las cebollas son una de las más antiguas medicinas.
La cebolla también se ha utilizado para pagar el alquiler y felicitar a los recién casados. Las cebollas son ricas en antioxidantes y son posiblemente uno de los mejores alimentos para combatir el cáncer. Chalotas, rojas y amarillas son la fuente dietética más rica de quercetina, un potente antioxidante. Los numerosos agentes anticanceríginos en las cebollas son eficaces contra el cáncer de boca, de garganta, de pulmón, de estómago, colorrectal, de mama, de ovario, de próstata y de hígado, según Galeone.
Comer mucha cebolla puede reducir el riesgo de cáncer de garganta en un 88% y el cáncer de próstata en un 71%, de acuerdo con La Puma. Las personas que viven en Vidalia, Georgia, hogar de la cebolla Vidalia, sufren un tercio de la tasa de cáncer de estómago en EE.UU., concluye Carper.
Las cebollas también son buenas para el corazón, reducen el colesterol y bajan la presión arterial. Contienen anticoagulantes que diluyen la sangre y reducen la obstrucción de las arterias. Incluso pueden bloquear la actividad de coagulación de la sangre producida por los alimentos grasos.
Con siglos de antigüedad, se ha probado su eficacia en tratamientos contra la diabetes. Cocida o cruda, la cebolla reduce el azúcar de la sangre y cuanto más se consume, mayor es el ef ecto.
También ayuda a combatir otras enfermedades. Las cebollas son antibióticos, antivirales, antisépticos y antiinflamatorios naturales. Ayudan a dilatar los tubos bronquiales, facilitando la respiración de los asmáticos leves, de aquellos que sufren la fiebre del heno y las personas con bronquitis crónica. La cebolla incluso puede ayudar a lidiar con el estrés. La quercetina es un sedante suave que induce a la relajación y el sueño.
3 comentarios
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Me ha parecido muy interesante este articulo sobre «alimentos saludables», si estáis interesados en cuidar vuestra alimentación e interesados en los productos ecológicos, contactar conmigo, en mgb1306@gmail.com
Tras mucho buscar por bing, al final he encontrado algo que realmente merece la pena,
únicamente comentar contigo la alegría de poder leer algo de tanta excelencia y alentarte a seguir en esta tendencia que presumiblemente
hará de la red un mundo bastante mejor en relación a
la calidad de los contenidos que podemos encontrar. Mi más sincera felicitación.Saludos Rashad.